8 DE DICIEMBRE: "DÍA DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN DE MARÍA", HISTORIA Y ORIGEN.

El 8 de diciembre marca el inicio emocional y espiritual de la temporada navideña en Iberoamérica, coincidiendo con el Día de la Inmaculada Concepción de María. Este día inicia la festividad, activa peregrinaciones y reúne a familias, representando una mezcla de fe, política e identidad. Tiene raíces antiguas y ha sido objeto de debates y controversias a lo largo de la historia, involucrando a papas, teólogos y monarcas. 

Estos últimos defendieron el dogma de manera apasionada, creando una estética que influyó en el imaginario visual del continente, simbolizada por los colores celeste y blanco. Esta devoción contribuyó a establecer una sensibilidad que se relacionó con lo político y patriótico en la región.

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¿A que hace referencia la Inmaculada Concepción y el inicio de las festividades el 8 de diciembre?

El 8 de diciembre se estableció hace siglos como el día de la Inmaculada Concepción, que se refiere a la concepción de María sin pecado original, no al nacimiento de Jesús. Este evento es visto como el inicio de la preparación para la llegada de Dios a la historia a través de una mujer. Desde su origen, la creencia en la Concepción Inmaculada fue una parte importante de la vida cultural y espiritual.

La devoción a la Inmaculada Concepción circuló durante siglos antes de llegar a un consenso. Las Iglesias orientales la celebraban desde el primer milenio, mientras que en Occidente su aceptación fue más lenta y llena de conflictos. Sin embargo, el 8 de diciembre se consolidó como una fecha litúrgica universal.

En América Latina, esta fecha también marca el comienzo de las celebraciones navideñas, siendo un punto de inicio simbólico para festividades como el arbolito y las novenas. No obstante, en el siglo XIV, hubo conflictos teológicos sobre esta creencia, incluso se prohibió su predicación durante el papado de Juan XXII. La teología de la época sostenía que todos, incluida María, necesitaban ser redimidos por Cristo.

La Inmaculada Concepción en América Latina

Cuando Manuel Belgrano adopta los colores celeste y blanco en 1812, no lo hace en un vacío simbólico. Aunque las razones exactas son motivo de debate, lo cierto es que esos colores estaban profundamente arraigados en la cultura visual del Río de la Plata, y buena parte de ese arraigo provenía de la iconografía de la Inmaculada. 

Belgrano, formado en España e inmerso en el clima cultural borbónico, no podía desconocer esta tradición. Los colores que elegía para la escarapela y luego para la bandera no eran simplemente tonos agradables o neutrales: eran colores cargados de sentido, colores que venían desde Europa pero que ya habían echado raíces en América. 

El paso del celeste y blanco de lo religioso a lo patriótico no fue un acto deliberado de transferencia simbólica, sino un proceso cultural más profundo y extendido. Era el pueblo el que reconocía esos colores como propios. No por casualidad, cuando años después la devoción a la Inmaculada siguió creciendo en un país que avanzaba hacia la secularización, la estética que la representaba permaneció intacta. Los colores se mantuvieron como un puente entre tradición y modernidad, entre fe e identidad nacional.. En Argentina, el 8 de diciembre es un feriado nacional, donde para muchos marca el inicio de la temporada navideña.

La fiesta, que inicialmente era un punto de disputa doctrinal, se transformó en un ritual colectivo, impactando la vida espiritual y la identidad de las naciones. En 1854, el Papa Pío IX proclamó el dogma de la Inmaculada Concepción, confirmando lo que ya era una creencia popular. A pesar de llegar tarde, el dogma consolidó la tradición ya arraigada en América. 

En Argentina, el dogma se sumó a una tradición establecida, y los colores celeste y blanco se convirtieron en símbolos del país y también de la fe. La estética de la Inmaculada se integró en la vida cultural, dándole a la celebración del 8 de diciembre un profundo significado tanto religioso como nacional. Para muchos, estos colores representan no solo la bandera, sino una parte esencial de su identidad cultural, que se ha desarrollado a lo largo de los siglos.

El inicio de los festejos de Navidad

Hoy, las familias argentinas están comenzando sus tradiciones navideñas, como sacar los adornos, armar los árboles y preparar los pesebres. Pocos recuerdan que esta costumbre tiene raíces en conflictos, prohibiciones y políticas de reyes. La devoción a la Inmaculada no solo sobrevivió a la prohibición de Juan XXII, sino que se convirtió en una de las más populares del mundo, apoyada por los Borbones, cruzando océanos y estableciendo una estética religiosa que simboliza a Argentina.

La fiesta del 8 de diciembre es una de las tradiciones más firmes de Iberoamérica. En un mundo cambiante, esta celebración permanece, uniendo fe, costumbres y comunidad. Los colores celeste y blanco, que representan a la Inmaculada, evocan la historia de la mujer del barroco español concebida sin pecado.

Cada diciembre, al llegar el 8, el país se prepara para la Navidad, lo cual conecta historias de reyes, papas y la cultura iberoamericana, convirtiendo esta fecha en un símbolo de identidad y fe.

Desde Factor Noticias Chaco, dejamos la oración del "Ave María" para conmemorarla en este día:

"Dios te salve María, llena eres de gracia, El Señor es contigo, Bendita tú eres entre todas las mujeres y Bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.

Santa María madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte; amén"